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lunes, 16 de septiembre de 2024

pero esto qué es - 1x02

Voy a intentar ser lo más realista y abierto posible, y es que esto no es un porqué escribo sobre series, películas, etc. Si no cómo me aficioné a ellas, y me enamoré perdidamente de todas las pantallas que han habitado alguna vez mi casa. Vagos recuerdos me llegan que desde pequeñito, de camino a mi pueblo, Cintruénigo, mi padre me enchufaba los míticos cortos y fábulas de Disney, desde "Los tres cerditos" hasta "El toro Ferdinand", o incluso uno desconocido sobre cómo los conejos de Pascua hacían los famosos huevos de Pascua, valga la redundancia, que me parecía el mejor de todos sin lugar a dudas, os lo dejo por aquí porque os juro que es hipnótico, me podía quedar horas viéndolo sin parar durante el trayecto en el mini televisor que tenía el coche en el asiento de atrás.

Cuando no estaba en el coche, y no teníamos a mano un móvil para distraerme con Netflix, básicamente porque no había y la Blackberry de mi padre poco entretenimiento me abordaba, nos compramos un reproductor CD portátil que todavía guardo como si fuese un premio, pese a estar desgastado y tener la carcasa pegajosa. Junto con ese cacharro, mi padre compró en el ya inexistente Don Policarpo, un videoclub que había antes en Iturrama, DVDs de Caillou, Pocoyó, Cantajuego y películas de Disney, lo que alimentó mi hambre de espectador nato.

Cuando nos portábamos bien, mi padre recurría de nuevo al Policarpo para alquilar las películas que yo y mi hermana le pedíamos, recuerdo estar tan enganchado a dichas películas que a veces, ya sea por mi vicio o porque se nos olvidaba, las devolvíamos o simplemente ni eso.

El tiempo pasaba, y a parte de que ya había crecido como para seguir viendo "La odisea  de Ulises" de "Los Lunnis", mi padre trajo a casa ONO, que todavía no sé muy bien qué era, pero sé que funcionaba con TiVo, y que era un videoclub digital, donde se podían grabar programas y películas en la tele, además de poder verlas más de una vez después de su emisión, o lo que se traducía para mí como el más bello de los paraísos, el oasis del entretenimiento para el Nacho de 10 años.

Para amedrentar más al monstruo que vivía en mí y exigía más contenido, mi padre se compró un iPad para trabajar, pero que terminamos recibiendo los hermanos para que no molestásemos después de comer, ahí conocí YouTube, se hablaba de un tal Rubius, un sinvergüenza para mis padres, pero un ídolo para varios de mis amigos, que yo aún desconocía. Conseguí instalar, no sé cómo, Netflix en mi vieja Wii U y cuando escuché de una recién estrenada serie llamada "Stranger Things" que me recomendó una amiga en clase de pintura, yo no tuve más remedio que verla. Esa probablemente fue la serie que marcó un antes y un después en mi modo de ver la tele, y el resto de contenido dedicado al entretenimiento.

Además de que fue la primera en crear la necesidad en mí de ver más, de crear una afición obsesiva que a día de hoy persiste, y espera a la temporada 5 con las mismas ganas del chaval que vio religiosamente la temporada dos, la tres, y la cuatro en su día de estreno, fuese cual fuese la situación, evitando o superando cualquier impedimento.

Desde aquello, el resto es historia, empecé a ver películas, series, webseries, vídeos de YouTube, contenidos relacionados con la creación de más contenidos hasta que llegó el momento en el que decidí estudiar lo que me apasionaba, la comunicación audiovisual y el cine. Por eso principalmente he decidido estudiar la carrera que estudio, y dar como temática al blog "Yo y las series, películas, etc.".

(El nombre de iNatxo es porque me gustaba, y ya tenía el logotipo hecho y no lo iba a gastar, además de que funciona y queda muy bien)


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